Los objetos autónomos (AuT), también conocidos como Internet de las Cosas Autónomas (IoAT), se definen como una tendencia tecnológica emergente que ha estado desarrollándose desde que Houdina Radio Control presentó el primer coche autónomo en 1925. Instalaron una antena de radio en un vehículo Chandler de 1926; esta antena se conectó con un segundo vehículo que lo seguía y operaba el delantero mediante transmisiones de señales. Estas transmisiones se enviaban a los interruptores automáticos que controlaban los motores eléctricos del vehículo delantero, lo que provocaba su movimiento. Los objetos autónomos se refieren básicamente a dispositivos y componentes eléctricos que se consideran entidades independientes junto a los humanos en el entorno físico, donde se les ha dotado de la capacidad de realizar acciones e interactuar con los objetos presentes en su entorno. Esta tecnología es relativamente reciente y aún se encuentra en desarrollo debido a los avances que los humanos han experimentado en inteligencia artificial y aprendizaje automático. Se estima que el uso comercial más amplio de la tecnología autónoma se verá en los vehículos autónomos, que se espera lleguen al mercado en 2020. Los vehículos autónomos incorporan los datos generados y capturados de varios radares, sonares, LiDAR, GPS, sensores de movimiento, unidades de medición inercial y otras tecnologías para tomar decisiones y proporcionar movimiento. La autonomía en los vehículos se puede definir en diferentes etapas según el control que se le da a la inteligencia artificial sobre el vehículo. Nivel 0 o Sin automatización : comprende básicamente todos los vehículos disponibles actualmente en el mercado donde no se da ningún nivel de control a la inteligencia artificial; los sensores incorporados en los vehículos solo están presentes para advertir al usuario sobre el rendimiento de los sistemas del vehículo. Nivel 1 o Asistencia al conductor : este nivel implica dar control a la inteligencia artificial sobre un aspecto del vehículo, como el sistema de frenos y el acelerador o la dirección y el movimiento del vehículo, aunque la condición para este nivel es el requisito de que el conductor esté listo para tomar los controles en cualquier momento. Nivel 2 o Asistencia Parcial : Este nivel proporciona al sistema de asistencia al conductor el control del movimiento y la dirección del vehículo, así como los sistemas de frenado y aceleración. Aun con este nivel de autonomía, el conductor debe estar atento al entorno y listo para tomar el control en cualquier momento. Nivel 3 o Asistencia Condicional : Gracias a esta tecnología, el vehículo tiene control total: puede cambiar de carril, aumentar o disminuir la velocidad en determinadas situaciones, pero el límite de velocidad del vehículo y del tráfico es de un máximo de 60 km/h en carretera. Nivel 4 o Asistencia Alta.Esta asistencia proporciona una automatización completa del vehículo, lo que permite la monitorización continua del entorno y el análisis de los datos generados mediante diversos sensores integrados. Esto permite un control total del sistema de frenos, aceleración y dirección, incluso si el vehículo se encuentra en una situación que no puede controlar y requiere la asistencia del conductor. Si esta no está disponible, el vehículo analizará la situación y reaccionará con la opción más segura. Nivel 5 o Asistencia Total : Este nivel de autonomía se define por la automatización completa del vehículo, donde ni siquiera se requiere la presencia humana a bordo. El volante, el freno y los pedales del acelerador no son necesarios, ya que realizan las operaciones en cualquier condición y en cualquier carretera.
Conclusión e impacto. Los vehículos autónomos, y en particular los vehículos autónomos, se verán ampliamente extendidos en los próximos años gracias a los avances en la tecnología de la nube, el big data y la inteligencia artificial. Se dice que este vertiginoso desarrollo requerirá que los humanos y los arquitectos de esta tecnología se mantengan al día con los avances tecnológicos, desarrollando nuevas vías de almacenamiento de información y algoritmos que permitan a los vehículos operar libremente, sin necesidad de intervención humana ni restricciones. El impacto de los vehículos autónomos aún no está garantizado, pero se espera que...
- Con la creciente popularidad de los vehículos autónomos, los taxis y los servicios de transporte compartido se verán afectados positivamente debido a la adopción de vehículos autónomos en su flota, lo que afectará la calidad de los servicios de transporte público y se espera que el número de pasajeros de estos transportes públicos disminuya.
- Junto con eso, se espera que las posibilidades de colisiones y accidentes de vehículos disminuyan debido a la menor responsabilidad que se les da a los conductores cuyo descuido o falta involuntaria de concentración resulta en estas causas.
- El problema de los espacios de estacionamiento y los atascos de tráfico también se verá afectado positivamente, ya que la mayoría de los vehículos/taxis comerciales autónomos estarán ubicados en una ubicación central en lugar de ocupar espacios de estacionamiento individuales; estos vehículos también podrán comunicarse entre sí e informar o desviar el tráfico de áreas superpobladas o donde se hayan producido accidentes.
- Lo más importante es que la cantidad de mantenimiento se reducirá mucho, ya que los vehículos autónomos estarán equipados con niveles avanzados de tecnología y sistemas y la ausencia de un motor de combustión interna mejoraría el rendimiento y la durabilidad del vehículo durante un período prolongado de tiempo.
