La industria química es uno de los negocios más diversificados del mercado, con una amplia gama de productos y servicios, como productos químicos básicos, pinturas y recubrimientos, productos de cuidado personal y cosméticos, y bienes de consumo. Cada producto tiene sus propias condiciones operativas y requisitos comerciales. Gracias a los avances en digitalización, que la hacen accesible a un menor costo, su adopción en la industria química ha ido en aumento.

La industria química está renovando sus operaciones y estructura de trabajo con la integración de la digitalización. La digitalización se define como la categoría que abarca todas las tecnologías digitales que mejoran la estructura empresarial y facilitan significativamente las operaciones, lo que resulta en la mejora de los modelos de negocio. Las tecnologías incluidas en este término son:
- Internet de las Cosas (IoT) : Probablemente la tecnología más diversificada y extensa disponible actualmente a nivel mundial. Implica la interconexión de diversos componentes eléctricos, dispositivos, máquinas y sensores en una interfaz de trabajo común que facilita la recopilación de datos e identifica dónde se requiere el enfoque de innovación, así como el área donde se observará el mayor impacto. Por ejemplo, la información recopilada mediante sensores integrados en algunas máquinas defectuosas informaba al usuario sobre el impacto que esto tenía en la productividad de toda la fábrica, algo que sin la aplicación del IoT podría haber pasado desapercibido.
- Nube/Computación en la nube : Esta tecnología implica el uso de un sistema de almacenamiento común para los datos generados a partir de las diversas operaciones de la industria química, como producción, ventas, servicio y mantenimiento de productos y máquinas para los fabricantes, proveedores, distribuidores y usuarios finales.
- Analítica : Esta tecnología implica el uso de datos recopilados por diversos sensores, componentes y datos formulados a partir de las diversas actividades de investigación y desarrollo realizadas en la industria química, y el análisis de millones de datos con una alta eficiencia. Por ejemplo, el flujo de datos generado por las actividades de investigación y desarrollo realizadas por diversos científicos requiere que los datos recopilados se transformen en información significativa con una alta eficiencia. Aquí es donde entra en juego la analítica, donde varios ordenadores de alta potencia calculan y analizan este conjunto de datos y lo convierten en información concluyente y útil.
- Aprendizaje automático : la aplicación de esta tecnología se centra en la revisión oportuna de componentes, dispositivos y máquinas de la industria química, junto con el autoaprendizaje de las máquinas para optimizar el proceso y el método de producción, lo que resulta en la máxima productividad. Esta tecnología informa y recuerda al usuario cuándo los dispositivos o máquinas podrían necesitar mantenimiento y, de no realizarse, su productividad podría disminuir.
- Blockchain : La integración de esta tecnología implica el registro de cada transacción, desde la compra de materia prima desde su origen hasta la venta del producto final creado a partir de dicha materia prima al usuario final. Esta tecnología virtual es como un servicio virtual de registro y facilitación de transacciones, donde usuarios y fabricantes pueden consultar de forma transparente cada transacción que realizan. Por ejemplo: la compra de productos químicos básicos a un fabricante específico puede realizarse a través de este servicio para la producción de un producto químico específico que posteriormente se vende como producto final al usuario final a través de este mismo servicio. El usuario final puede consultar cada transacción y el origen de su producto, desde la compra de la materia prima hasta la venta del producto final.
Si bien, incluso con la presencia de estas importantes tecnologías, la industria química no puede expandirse con su sola presencia, necesita contar con el conocimiento necesario para combinarlas en sus modelos de negocio y operaciones para aprovechar la oportunidad presente. Esto exige flexibilidad por parte de las empresas a cargo de la industria química, quienes se sienten cómodas al priorizar las necesidades de los clientes por encima de las suyas, lo que podría generar beneficios a largo plazo tanto para las empresas como para la propia corporación.
